Los tipos de trastornos son:
- Anorexia nerviosa, cuando la persona adelgaza demasiado, pero no come lo suficiente porque se siente gorda.
- Bulimia nerviosa, que incluye períodos donde la persona come demasiado, seguidos por frecuentes purgas, a veces vómitos auto provocados o uso de laxantes.
- Compulsión para comer, que consiste en comer sin control.
Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener trastornos de la alimentación. Suelen comenzar en la adolescencia y con frecuencia se presentan con depresión, trastornos de ansiedad y abuso de drogas. Los trastornos de la alimentación pueden causar problemas en el corazón, en los riñones e incluso la muerte. Es importante obtener ayuda a tiempo. El tratamiento incluye supervisión, terapia psicológica, asesoramiento nutricional y, algunas veces, medicinas.
Aunque los trastornos alimenticios pueden comenzar con preocupaciones por la comida y el peso, son mucho más que solamente comida.
La gente con trastornos alimenticios utiliza la comida y el control de la comida como un intento para compensar los sentimientos y emociones que de otra manera son vistos como insoportables. Para algunos, la dieta, los atracones y la purgación pueden comenzar como una forma de lidiar con las emociones dolorosas y para sentirse en control de su vida personal, pero al final estos comportamientos dañan la salud física y emocional, la autoestima y la sensación de competitividad y control de la persona.
Factores psicológicos que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
- Baja autoestima.
- Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida.
- Depresión, ansiedad, enojo y soledad.
Factores interpersonales que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
- Relaciones personales y familiares problemáticas.
- Dificultad para expresar sentimientos y emociones.
- Haber sido fastidiado o ridiculizado basado en su talla o peso.
- Historia de abuso físico o sexual.
Factores sociales que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
- Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un “cuerpo perfecto”.
- Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y hombres con ciertos pesos y figuras.
- Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas.
Evaluación de Hábitos Alimenticios y de Ejercicio Físico
- ¿Pasas tiempo deseando que alguna parte de tu cuerpo fuese diferente?
- ¿Estás descontenta/o con tu reflejo en el espejo?
- ¿Saltas comidas?
- ¿Mides calorías y gramos de grasa de cualquier cosa que comes?
Si tu respuesta es “sí” para cualquiera de estas preguntas sigue leyendo…
No es sorprendente para quienes vivimos en esta cultura sentir que debiéramos vernos de cierta manera para poder ser feliz o estar bien de salud. Puedes pensar que hacer una dieta es algo normal o hasta necesario en tu vida. Sin embargo, la preocupación constante por tu peso, gramos de grasa y calorías puede ser el comienzo de un ciclo vicioso de satisfacción baja y obsesión con tu cuerpo. Lo que haces para estar delgada(o) puede escalar rápidamente a una pérdida de control y puede convertirse en un serio trastorno alimenticio que puede poner en peligro tu vida.
Sólo porque te pesas, saltas comidas, cuentas calorías o haces ejercicio excesivamente no significa necesariamente que padeces de un trastorno alimenticio. Puedes estar experimentado lo que se conoce como “comer desordenadamente.”
Comer desordenadamente es cuando la actitud de una persona en relación a la comida, peso y talla lleva a la persona a una dieta rígida y ejercicio físico regular al punto que todos estos comportamientos pueden comprometer la salud, la felicidad y la seguridad de la persona. Comer desordenadamente puede comenzar con el deseo de perder algunos kilos (o libras) o de estar en forma. Estos comportamientos pueden traer como consecuencia la pérdida rápida de control, convertirse en obsesiones y por último pueden llegar a convertirse en un trastorno alimenticio.
Pasos para una imagen positiva:
- Aprecia todo lo que tu cuerpo puede hacer por ti. Cada día tu cuerpo te acerca más a tus sueños. Celebra todas las increíbles cosas que tu cuerpo hace por ti – correr, bailar, respirar, reír, soñar, etc.
- Mantén una lista de 10 cualidades que aprecias de ti misma(o), cualidades que no estén relacionadas a cuánto pesas o cómo te ves. Lee esta lista con frecuencia. Añádele cualidades a medida que te das cuenta de otras que aprecias de ti misma(o).
- Recuerda que la “belleza verdadera” no está simplemente relacionada a la profundidad de la piel (el cuerpo). Cuando te sientes feliz contigo misma(o) y feliz con la persona que eres, te desenvuelves de una manera segura, te aceptas a ti misma(o) y eres más receptiva(o) a nuevas ideas. La belleza es un estado mental, no una condición de tu cuerpo.
- Mírate a ti misma(o) como una persona completa. Cuando te ves a ti misma(o) en el espejo o en tu propia mente escoge en no enfocarte en partes específicas de tu cuerpo. Mírate a ti misma(o) como quisieras que otros te vieran –como una persona en su totalidad.
- Rodéate de personas positivas. Es más fácil sentirse bien con uno misma(o) y con nuestro cuerpo cuando uno se rodea de personas que nos apoyan y reconocen que lo que en realidad cuenta es como uno es por naturaleza.
- Silencia a esas voces internas que dicen que tu cuerpo no es el “correcto” o que eres una “mala” persona. Tú puedes remplazar esos pensamientos negativos por pensamientos positivos. La próxima vez que tu autoestima se vea afectada por tus pensamientos negativos, piensa rápidamente en afirmaciones que pueden ayudar a subir nuevamente tu auto-estima.
- Utiliza ropa que sea cómoda y que te haga sentir bien en relación a tu cuerpo. Trabaja con tu cuerpo no en su contra.
- Conviértete en un crítico de los mensajes de la sociedad y de los medios de comunicación. Presta atención a las imágenes, eslóganes o actitudes que hacen sentirte mal contigo misma(o) y con tu cuerpo.
- Piensa en algo agradable que puedes hacer–algo para hacerle saber a tu cuerpo que lo aprecias. Toma un baño de espuma, toma una siesta, busca un lugar donde puedas relajarte y sentirte en paz.
- Utiliza el tiempo y la energía que pasas preocupándote por la comida, calorías y tu peso haciendo algo para ayudar a los demás. Algunas veces, el ayudar a otras personas hace que te sientas mejor contigo misma(o) y al mismo tiempo te lleva a hacer un cambio positivo en el mundo.
Cuándo contactar a un profesional:
Consulte a un profesional de la salud si presenta cualquiera de los siguientes síntomas de trastorno de atracones compulsivos:
- A menudo pierde el control de lo que come.
- A menudo come hasta sentir molestias.
- Tiene sentimientos intensos de vergüenza sobre su cuerpo o su consumo de comida.
- Induce el vómito luego de comer.