Aunque parezca algo muy actual son prácticas muy antiguas, empleadas por distintas culturas con fines muy variados: estéticos, religiosos, marca de identidad o de pertenencia a un determinado grupo, tribu o familia, castigo o señal de esclavitud.
El piercing consiste en perforar con agujas u otros instrumentos punzantes, la piel, mucosas u otros tejidos, para colocar en la abertura obtenida una pieza de joyería, u otro objeto decorativo, en partes del cuerpo muy variadas. A continuación algunas respuestas sobre la aplicación de piercing.
¿Produce dolor?
Un piercing puede doler si está mal realizado. Un piercing hecho por un profesional toma solamente 1 o 2 segundos, lo que quiere decir que el dolor es mínimo. Es muy similar al de un análisis de sangre. No se usa anestesia ya que su administración podría ser tan dolorosa (o más) que el mismo piercing y en el tiempo que se tarda en administrar la anestesia, un profesional completaría el perforado y la colocación del piercing. La anestesia es tanto innecesaria como arriesgada. Puede prolongar el tiempo de cicatrización, excesivo sangrado y provocar dolor posterior, además que una reacción a la anestesia puede ser muy peligroso para diabéticos, alérgicos y otros. Cuando se realiza un piercing el cuerpo normalmente responde segregando endorfinas,las cuales aumentan la tolerancia al dolor, al actuar sobre los receptores del dolor del sistema nervioso central.
¿Cómo se hace un piercing?
Todo el material utilizado para la realización de un piercing es, a priori esterilizado, así como la pieza de joyería a utilizar. Las agujas, después de su uso, son desechadas en recipientes especiales para objetos punzantes. El área donde colocaremos el piercing es, en primer lugar, tratada con una solución médica desinfectante. Marcar el punto exacto para el piercing es importante, tanto por razones de salud como para obtener el efecto deseado. La colocación errónea puede provocar cicatrices innecesarias, excesivo sangrado y paralización o daños de nervios. Después de haber marcado el área y una vez la perforación completada, se le coloca la joya utilizando la aguja como guía, lo cual no ocasiona mayores molestias, al final se vuelve a limpiar la zona con solución desinfectante.
¿Afectará mi forma de vida?
El piercing, en principio, es una cuestión de imagen que no limita ninguna actividad exceptuando en los órganos genitales u orales en los cuales, para conseguir una correcta cicatrización, es necesario evitar el contacto sexual durante un período variable de tiempo.
¿Qué tipo de joyería puedo usar?
El metal utilizado es muy importante. Debe ser hipoalergénico y no ser sensible al contacto con fluidos corporales, pañuelos o vendas, agua salada o dulce, jabones, champúes, aceites u otros lubricantes. El acero quirúrgico es el metal ideal para usar en el cuerpo; el recomendado es el 316L, utilizado en hospitales para cirugías. Este acero es de color plata, aunque existen otras variantes de acero como Niobium y Titanium, metales de la era espacial con una gran variedad de colores. No se recomienda el uso de plata u otros metales en los piercing, exceptuando oro y platino.
Cuidados del piercing
Todos los piercing deben limpiarse durante todo el periodo de curación. Se deben lavar las manos cuidadosamente con jabón neutro antes de tocar el piercing durante el proceso de cicatrización.
Estos son los cuidados que debes tener, especialmente para los piercing faciales (oreja, nariz, ceja, etc.): Lavarlos 2 o 3 veces al día, remover suavemente con un bastoncillo mojado en agua caliente cualquier costra que puede haberse formado en el piercing. Cuidadosamente mover el piercing para que el agua penetre y hacer asomar la varita de éste. Es importante evitar maquillajes o cremas durante el proceso de cicatrización.
Tiempo de cicatrización: Cartílago de la oreja: 8-12 semanas; Lóbulo: 4-6 semanas. Cejas: 6-8 semanas. Fosas nasales: 6-8 semanas. Entrecejo: 6-12 semanas.