Arte que florece

UNA RECORRIDA POR LOS CAMINOS DEL ARTE

…Y en medio de tantas visualizaciones, en los medios gráficos, televisivos, virtuales, en las galerías, en los museos, noches de acá y de allá, vernissages, vinos sponsor, iluminaciones escenográficas, etc, existe un mundo oculto, un ejército silencioso de seres productivos, con ideas frescas, con entusiasmos infinitos y delante de grandes puertas que tardan en abrirse.

Imaginemos enormes signos de interrogación, caminando sobre un escenario, chocándose entre sí, a tientas, sin poder encontrar la salida ¿Qué sienten, qué esperan? ¿Quién pone atención a su arte? ¿Porqué hay tantos creativos sueltos y sin mecenas? ¿Cuánta cantidad de obras habrá escondidas en talleres, a la sombra, entre polvo y cosas viejas, entre pomos secándose retorcidos?

Hoy, que tenemos tanto al alcance para difundirlo todo, ¿Qué sienten los chicos que egresan de una escuela especializada en Artes Visuales? ¿Cuáles son las oportunidades reales y de no terminar trabajando de cualquier otra cosa?. ¿Cómo se tocan las puertas indicadas si nadie los entrena para esa faz tan real? Es que el camino es largo y sólo la austera actitud del que busca puede ponerlo a esmerar y mejorar su producción, pero: ¿Y la etapa en que se sale a la calle a mostrar lo que se hace? Por suerte he visto a los jóvenes echar mano de recursos muy domésticos, los veo juntarse en centros culturales por ellos mismos creados, en zaguanes prestados de abuelas misericordiosas, en plazas al sol tomando mate. Tienen el vigor y el valor. ¡Espero que nadie les quite la ilusión!

Angélica Alexander

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