Mientras dormis, tu piel trabaja

La piel nunca descansa, de hecho, entre las 23:00 pm y las 4:00 am, es cuando alcanza su actividad máxima, puesto que debe repararlo y prepararlo todo, para que, al día siguiente, nos levantemos con buen aspecto y la piel completamente descansada y regenerada.

De ahí la importancia de llevar a cabo un ritual diario completo antes de ir a dormir, para que, durante la noche la piel active su sistema de reproducción celular, acelerando así su metabolismo y su función reparadora.

Una primera conclusión práctica es que durante las horas de mayor insolación nuestra piel está ocupada defendiéndonos del sol y no se dedica a regenerarse, por lo que es mejor ayudarla con un protector solar adecuado y no pedirle más esfuerzos. Al llegar la noche o antes de acostarnos, deberíamos aplicar los productos nutritivos, para que los principios activos penetren y actúen cuando la piel dedica su energía a regenerarse.

Durante la noche, la piel forma aceites valiosos que regeneran y equilibran el ph y, en caso se duerme. Por esta razón, enjuagarse todos esos beneficios «sería una lástima», después de todo, en general, la piel no está en contacto con suciedad mientras dormimos.

Ningún tratamiento de belleza tendrá los resultados esperados si se saltea el paso inicial: quitar el maquillaje y limpiar la piel. Porque a partir de esta rutina básica el cutis estará preparado para recibir las sustancias activas que necesita y se eliminará las impurezas y la suciedad.

¿Querés tener un resultado más contundente?

Una vez por semana podés realizar una exfoliación con un producto con microgránulos o con una mascarilla de limpieza.

¿Qué productos elegir?

Dependerá de las necesidades de la piel. Por eso recomendamos consultar con un especialista que indique el biotipo cutáneo y su estado.

Como una regla fundamental las presentaciones más espesas están indicadas para las pieles maduras o secas. En las jóvenes y mujeres con más tendencias a cutis oleoso, en cambio, lo indicado son las versiones ligeras, geles o base al agua, como agua micelar.

También hay líneas específicas para pieles sensibles o con rosácea, que necesitan un cuidado especial.

Para quitar la máscara de pestañas y el delineador, por su parte, lo más adecuado son las presentaciones hipoalergénicas que suavizan y protegen la zona de los ojos. El desmaquillante, se elige en función del maquillaje. Por ejemplo, un desmaquillante resistente al agua, para un maquillaje waterproof. Pero, ojo, esos productos deben utilizarse de forma ocasional, porque contienen tensioactivos (para disolver el maquillaje resistente al agua), que tienden a alterar el contorno de ojos. Y un desmaquillante clásico, para un maquillaje clásico. Un desmaquillante resistente al agua no va a resultar más eficaz con un maquillaje clásico. Simplemente será un poco más agresivo.

También tené en cuenta, que una alimentación saludable, mucha hidratación, y dormir ocho horas diarias contribuye a un cutis sano.

Lucía Collao

Otras notas de la categoría