En los últimos tiempos se ha ido incrementado su aparición en nuestras mascotas con el consiguiente riesgo para la salud de sus propietarios.
Muchos parásitos se han expandido, debido al cambio climático y a los movimientos migratorios de sus propietarios. Además, el uso de nuevas técnicas de diagnóstico de alta sensibilidad ha permitido identificar agentes infecciosos nuevos, que hasta hace poco no se diagnosticaban.
Las enfermedades de más incidencia en la actualidad son: Leishmaniosis, hepatozoonosis, micoplasmosis, erlichiosis, babesiosis, etc.
Siempre necesitan de un vector que transmita la enfermedad, estos son las garrapatas, pulgas y mosquitos, que cuando están infectados por estos parásitos, la transmiten al canino receptor por picadura o ingesta.
La sintomatología más frecuente en los perros es la anemia (por destrucción de los glóbulos rojos), decaimiento, posibles hemorragias que son más visibles por sangrado nasal, pero que también producen serios problemas en órganos internos.
En las personas, los síntomas son variados e inespecíficos, como fiebre, nauseas, decaimiento, diarreas, dolores de cabeza y musculares.
La mayoría de estas enfermedades tienen un tratamiento efectivo y un buen pronóstico, cuando se las diagnostica en forma temprana.
Sin embargo es muy importante recordar, que el control efectivo y la prevención de la presencia de garrapatas, pulgas y mosquitos, es la forma más efectiva de control de estas enfermedades.
Ante la presencia de algún síntoma que resulte sospechoso, concurra a su veterinario de confianza y realice una consulta en forma inmediata.