Estos síntomas varían mucho según la naturaleza y la magnitud de la amenaza percibida, y de una persona a otra.
Hoy les voy a compartir algunas recomendaciones para aquellos que sientan deseos de aprender y mejoras sus fotografías.
Síntomas de ansiedad
Actualmente, es común escuchar que muchas personas manifiesten “estar o ser ansiosas” en numerosas situaciones o formas; y ello tiene que ver con la amplia variedad de síntomas que genera la ansiedad. Los síntomas psicológicos pueden incluir sentimientos de miedo, una reacción de alarma o “sobresaltos¨ exagerados, falta de concentración, irritabilidad e insomnio. En la ansiedad leve, los síntomas físicos surgen de la llamada respuesta de lucha o huida, un estado de alta excitación que resulta de una oleada de adrenalina. Estos síntomas físicos incluyen temblores, sudoración, tensión muscular, ritmo cardíaco acelerado y respiración acelerada. Algunas veces las personas también pueden sentir la boca seca y la sensación irritante de tener un nudo en la garganta. En la ansiedad severa, la hiperventilación o la respiración alta y excesiva pueden llevar a una caída en la concentración de dióxido de carbono en la sangre. Esto da lugar a un conjunto adicional de síntomas físicos que incluyen molestias en el pecho, entumecimiento u hormigueo en las manos y los pies, mareos y hasta desmayos.
Como puede notarse, la gama de síntomas es grande, y se debe tener en cuenta también el grado de intensidad de éstos, ya que es una diferencia sustancial tanto para quien lo padece como para el profesional que determina el estado del paciente.
Es habitual y esperable sentirse ansioso en algunas circunstancias de la vida: de cara a un examen, una entrevista laboral, una cita, etc., pero en esos momentos también es esperable que la persona pueda responder favorablemente a sus objetivos, tolerando y superando la sensación ansiosa. En las situaciones en que esto no es así, es decir en aquellas instancias en que la ansiedad nos perturba por demás, dificultando el normal transcurrir de la rutina, se hacen visibles los trastornos relacionados a la ansiedad.
Existen diferentes trastornos de ansiedad, que tienen distintas manifestaciones, aspecto de la vida que afectan y consecuencias; se cuentan entre ellos: el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, agorafobia, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno por estrés postraumático. Cada uno de ellos tiene sus características propias, aunque comparten el elemento ansioso.
No es la intención ahora desarrollar cada una de esas patologías, sino más bien, enfocarnos en introducir el concepto de ansiedad, y establecer algunas ideas simples para reducirla.
Como se dijo al inicio, la ansiedad surge a partir de la percepción de una amenaza, ésta amenaza no se trata de algo real y concreto, sino de algo imaginado por la persona; puede tener la idea de que le va a ir mal en la entrevista de trabajo, que los demás lo juzgarán negativamente si dice o hace algo, o la persona con quien tiene la cita va a pensar que es tont@ o fe@, etc. El surgimiento y proliferación de esos pensamientos negativos, van generando preocupaciones, que pueden derivar en un estado de ansiedad patológica.
Enfrentando la ansiedad
Pero mucho antes de que se llegue a eso, se puede hacer algo para prevenirlo. En primer lugar, podemos procurar tener una rutina saludable, que incluya un momento al día para disfrutar de algo que nos guste, mantener contacto con amistades y familia (personalmente es mucho mejor), hacer ejercicio físico a diario, hablar con alguien de nuestras cosas, tratar de no discutir por cosas inútiles, entre otras. Estas cuestiones, nos van a servir de base y ayuda para sostener una vida con momentos y actividades variados, evitando que nos centremos por gran tiempo en alguna preocupación en particular, volviéndose ella un problema. Aunque si esto llega a pasar (hoy en día es bastante frecuente), es importante consultar un profesional que atienda específicamente esos trastornos. El espacio de terapia es una actividad más que se debe incluir en la rutina para volver a estar en bienestar.