En busca de la iluminación…

DE LA LUZ O DE LA LLAVE DE LA LUZ (en plan de lo que sea)

“Muchos de los fracasos vitales son de gente que no se dieron cuenta lo cerca que estaban del éxito cuando se rindieron”.

Thomas A. Edison.

“La vida es como una bicicleta. Para mantener el equilibrio tienes que seguir adelante”.

Albert Einstein.

Estamos terminando el año y es casi inevitable ponerse a revisar los propósitos que nos planteamos como impostergables y prioritarios para el 2016. Saben a lo que me refiero, terminando el 2015 dijeron… El año que viene termino, empiezo, compro, me deshago de…

Ahora que el 2016, está diciendo “que el último apague la luz”, estamos todos mirando la lista de propósitos impostergables para el 2017 y ¡Sorpresa! Es la misma que para este año.

¿Por qué? ¿Por qué dejamos todo para último momento? ¿Con qué necesidad tanto dramatismo? Te están por cortar el cable porque dejaste vencer otra boleta. Postergaste, una y otra vez, ir hasta esos lugares de pago rápido.

¿La cena con tus amigos de la infancia? Bien, gracias. Quedará sin falta para el 2017. ¿Preparar la tesis para terminar la carrera? Sin falta en 2017. ¿Empezar el gimnasio? 2017 ¿Hacer un curso de idiomas? Del 2017 no pasa. ¿Irte a vivir sólo? En 2017, posta. ¿Tomar un curso de cocina? Está entre las cinco cosas que son prioridad para el 2017… desde el 2014.

Me parece que está bueno dejar de pensar en objetivos impuestos desde el entorno, y empezar a pensar los objetivos de cada año, como aquello que en realidad necesitamos. Porque, a decir verdad, uno se esfuerza un poco por aquellas cosas que cree que necesita para vivir, que lo hacen sentir bien con uno mismo o que le dan sentido a la vida.

Si el gimnasio no te gusta, deja de ponerlo como objetivo.

¿No decidiste cuál es el idioma que querés estudiar? Toma una clase de cada uno hasta encontrar el que te guste.

¿No te querés ir a vivir solo/sola porque tu vieja todavía te plancha la ropa y te espera con la cena? Asumilo y dejá de quejarte porque se mete en tu vida, sino andate a vivir solo.

No te vas de viaje porque no tenés con quien ir… te tengo noticias, si viajas solo también podes conocer gente, hay otras 7.000.000.000 de personas en el mundo.

Además, no hace falta que le pongas a tus metas personales una fecha de caducidad. Plantéatelas como algo que tenés que hacer, por ejemplo, dentro de los próximos 5 años. Poné plazos razonables, o intención de hacerlo al menos una vez, en el transcurso de ese tiempo. Por ejemplo:

  • Hacer un viaje por el norte del país.
  • Enseñarle a mi hijo/sobrino/ahijado a andar en bicicleta.
  • Pasar una noche bajo las estrellas.
  • Escribir un libro.
  • Hacer una fiesta de disfraces para carnaval.
  • Ir a una charla motivacional.
  • Pasar toda una tarde en una librería.
  • Beber un café en un lugar que me guste y demorarme lo que tenga ganas, al menos una vez al mes.
  • Tomar un curso de algo que me guste.
  • Ir a ver una obra de teatro, un recital, un encuentro literario o una feria gastronómica.
  • Cocinar algo y sorprender a la familia para navidad/año nuevo/día del padre/día de la madre.

Es 31 a la noche, ya estás poniendo la mesa, tu vecino, eufórico, hace media hora que empezó con los fuegos artificiales, a pesar de que son las 21.30. Listo el vitel toné, la ensalada rusa y el matambre está cortado. Te preguntan que vas a hacer en 2017, tu mujer/tu marido, tu papá, tu suegra (¿?), te llama una amiga y te pregunta lo mismo (¿y por casa cómo andamos?). Lo pensas 1, 2, 20 veces antes de responder. Agarrás el papel en blanco que dice de tu puño y letra “lista de propósitos 2017”. Lo abollas, lo tiras lejos y pensas: “No tengo la menor idea, además el año todavía no empieza”

¡Feliz año nuevo!

Elizabeth Farías

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