Por más que lo intentemos, más de una vez caemos en la tentación y terminamos fallando en el objetivo de cuidar el bolsillo… ¿cómo es esto posible? Si esto te suena familiar no desesperes, hay una explicación para todo que quizás te ayude a ver las cosas distintas y –con un poco de suerte- a gastar un poco menos.
Lo cierto es que los supermercados son los especialistas en marketing por excelencia, y no dejan absolutamente nada librado al azar. Cada uno de los factores que nos incitan a comprar casi sin pensarlo está establecido estratégicamente para ese fin.
Algunos más predecibles que otros, estos son algunos de los secretos del marketing mejor guardados.
- La carta de presentación al entrar a muchos supermercados suelen ser sus productos más frescos, o sus mejores ofertas o un sector de panadería. El aroma y la estimulación visual que esto causa abren el apetito de forma inmediata en el cliente, que se predispone mejor para comprar. Otras cadenas prefieren iniciar el recorrido con sus mejores ofertas, las cuales dan una sensación de “tranquilidad” al cliente en cuanto a que hallará buenos precios.
- El carro de compras también es otra de las estrategias más utilizadas. Si nos ponemos a pensar en detalles tales como sus ruedas que a veces giran con dificultad, el peso, la leve inclinación hacia atrás, todo apunta a hacer más difícil su conducción, y por lo tanto más lenta. Y aquí la fórmula es “más lento” = “más tiempo para ver los productos“ = “más compras”.
- La colocación de los productos en las góndolas no es casual. Aquellos productos que compramos de manera “impulsiva” y que no son de primera necesidad, o poseen un precio más elevado son colocados a la altura de los ojos y a alcance de la mano. Mientras que aquellos productos básicos que todo el mundo necesita, o que tienen precios más competitivos son expuestos abajo o arriba de todo.
- Tampoco es azaroso el hecho de que para llegar a muchos de los productos de la canasta básica familiar haya que recorrer casi todo el local, ya que generalmente estos se encuentran al final del mismo. Lógicamente esto apunta a que sea prácticamente imposible llegar a ellos sin pasar por el resto del lugar, lo que implica estar a merced de sus tentaciones.
- Combinar los productos que normalmente son utilizados juntos aumenta en un gran porcentaje las probabilidades de que sean comprados en conjunto. Por ejemplo, solemos encontrar los fideos junto con las salsas de tomate.
- Está comprobado que poner música a un volumen agradable relaja a los clientes y los hace permanecer más tiempo en el lugar. Al mismo tiempo que la madera y la música clásica en el sector de vinos aumenta las ventas.
- Los trucos en los precios son muchos, algunos ya muy conocidos como usar decimales. También se observó que poner productos de precio medio al lado de otros de precio elevado ayuda a que se vendan los primeros, sin importar que haya otros más baratos.
Las técnicas empleadas son muchas, y juegan con nuestro inconsciente constantemente sin que nos demos cuenta. Seguramente conocer más sobre ellas nos ayudará a estar atentos. Aunque no te preocupes si de todas formas caes en las trampas del marketing, ya que de todas formas te vas a ir con una cierta sensación de felicidad. Y adiviná qué, eso también está generado por sus estrategias.