Inclusive, la depresión es otro factor de riesgo tan importante como el tabaquismo, lípidos en sangre elevados y antecedentes familiares.
En 1628, William Harvey fue el primero en descubrir la relación de la circulación sistémica; dijo: “Cada afectación de la mente que seguida de dolor o placer, esperanza o temor, es la causa de una agitación cuya influencia se extiende al corazón».
Las personas con enfermedad isquémica coronaria tienen más alta tasa de depresión y las personas que padecen depresión profunda genera un riesgo más alto en los trastornos cardíacos e inclusive, la depresión es otro factor de riesgo tan importante como el tabaquismo, lípidos en sangre elevados y antecedentes familiares. Por lo tanto, hay aumento de patología coronaria y ACV en las personas con depresión.
Por este motivo, los antidepresivos ISRS que regulan la serotonina, son efectivos en la enfermedad isquémica cardíaca.
Otro aspecto del tema desarrollado es que en las personas con depresión severa generan un incremento en la activación de las plaquetas en sangre y la formación de coágulos. Esto también es modificado por la administración de ISRS.
Tomamos algunos elementos de la depresión como tristeza, desesperanza, sentimientos de fracaso, dificultad en disfrutar de la vida, culpa, insomnio y desmotivación.
Aclaremos que esto, probablemente, se ve modificado cambiando el estilo de vida y el sistema cognitivo.