Así comienza una de las frases más famosas de la Dra. Cicely Saunders que pronunció hace más de 60 años, cuando se refería a las personas que transitaban el final de sus vidas con dolor y en soledad, producto de una enfermedad.
Fundadora del Movimiento Hospice en Londres en los años ´60, y del primer Hospice del mundo, supo ver en el final de la vida una oportunidad única de crecimiento personal a través del cuidado compasivo y profesional, reconociendo en el proceso de enfermedad no solo necesidades físicas como el control del dolor y otros síntomas, sino también necesidades emocionales, sociales y espirituales. Definió el concepto de “Dolor Total” refiriéndose a lo que experimentan los pacientes cuando no sólo les duele su cuerpo, sino también su “alma” por lo que están pasando.
Lo que ella comenzó hace tantos años, hoy es el resultado de lo que conocemos como Cuidados Paliativos, una disciplina que es la antítesis de la resignación, del “No hay nada más que hacer”.
En nuestro país, los Cuidados Paliativos se han ido desarrollando progresivamente y contamos con múltiples equipos interdisciplinarios en los diferentes hospitales en sus distintas modalidades de atención, equipos dentro de hospitales para atender internados, en consultorios externos, equipos domiciliarios y Hospices, casas diseñadas y preparadas para otorgar este especial cuidado.
Esta filosofía de cuidado integral, se centra en brindar el mayor bienestar posible dentro del contexto de enfermedad que amenaza la vida, tanto para el enfermo como para su familia. Sabemos que enfermedades como el cáncer producen síntomas limitantes como el dolor, falta de aire, pero también miedo a los tratamientos, a lo que pasará, a la alteración de la imagen corporal, apareciendo preguntas como ¿por qué a mí?
Mucho de lo que les sucede a las personas en esta situación puede ser aliviado y acompañado aun cuando muchos digan “No hay nada más que hacer”, se puede hacer humanamente mucho, desde aliviar el dolor, curar una herida hasta permanecer acompañando en el silencio.
Vivimos en una sociedad que no sabe morir, nadie habla de la muerte, es un tema tabú. Nos han enseñado a curar y salvar vidas y cuando un enfermo es incurable se interpreta como un fracaso. Los Cuidados Paliativos consideran la muerte como parte de la vida, colocando en el centro al enfermo, valorando su dignidad, sus deseos, facilitando la comunicación, brindando espacios de expresión para el enfermo y su familia, enseñando como cuidar en este proceso.
El final de la vida es una oportunidad única que tenemos todos para cerrar nuestra biografía, nuestra historia, donde pueden existir palabras, legados, reconciliaciones, deseos, lágrimas, abrazos, sanaciones interiores, despedidas…
Es un derecho de todo ser humano tener acceso a este cuidado. La enfermedad y la muerte no son patrimonio de la Medicina, es un tema que atañe a toda la sociedad, por tal motivo también es compromiso de cada uno hacer cumplir este derecho.
El Hospital Municipal de San Miguel “Raúl F. Larcade” cuenta con un equipo interdisciplinario que brinda Cuidados Paliativos.
