Ésta técnica que se practica desde la época de los egipcios, la antigua china y américa precolombina, encuentra en Lone Sorense un desarrolló que se conoce desde hace aproximadamente 20 años, con aportes de conocimientos tibetanos y de investigaciones modernas de neuroanatomía, siendo una gran referente al día de hoy.
La reflexología facial tiene un efecto más rápido sobre las patologías a las que se aplica porque, al estimular la cabeza, nos ponemos en contacto más directo con el SNC (sistema nervioso central) dado su ubicación.
Entre las zonas reflexológicas, las del rostro se corresponden con las 1200 terminaciones nerviosas que existen en el rostro y cráneo; y que se comunican con los órganos internos, las glándulas, el aparato circulatorio y linfático y con los canales energéticos, llamados meridianos por la medicina tradicional china.
Efectos y beneficios:
A nivel terapéutico, está especialmente indicado en los siguientes trastornos:
- Parálisis facial
- Bruxismo
- Síndrome de Down
- Coordinación motora
- Patologías auditiva y/o visual
- Tartamudez
- Dislexia
- Falta de concentración, memoria
- Angustia
- Crisis de pánico y fatiga mental
- Ayuda a eliminar el estrés y la depresión
- Estimula la circulación sanguínea
- Activa el drenaje
Además, a medida que se va avanzando en el tratamiento, vamos viendo que el rostro va cambiando, se tonifican los músculos, se alisan las arrugas, cambia el color debido a una mayor irrigación sanguínea, como así también mejora la circulación de la linfa y a la vez se normaliza la energía de los distintos meridianos.
Se observa un cambio en la expresión facial, relacionado con el estado Psíquico y mental del paciente, por lo que se puede afirmar, que ésta técnica tiene también su parte estética.
Durante el tratamiento se pueden usar aceites esenciales, cada una de ellas de acuerdo al tipo de piel y gusto de cada paciente, aprovechando los efectos benéficos de las mismas.
Cada sesión dura aproximadamente 45 minutos y al finalizar la misma se siente una gran sensación de alivio, relajación y equilibrio energético.
Por tal motivo la reflexología facial es un método que se puede usar para un masaje relajante, para tratamientos de la piel, estéticos y como alternativa ideal para aquellos que no quieran o puedan realizar la terapia en los pies; ya que se producen los mismos efectos con la continuidad en el tratamiento.