Estamos inmersos en un mundo lleno de preocupaciones, donde las exigencias a las que nos enfrentamos día a día, generan cada vez más situaciones de estrés en las personas. Estas no solo generan consecuencias físicas sino también psicológicas, por lo que el estrés se ha convertido en uno de los diagnósticos que con mayor frecuencia los médicos encuentran en sus pacientes.
Hace muchos años que se sabe que la actividad física y la práctica de deporte proporcionan muchos beneficios físicos, ayudando por ejemplo a mejorar el funcionamiento de los aparatos respiratorios, circulatorios y óseos, disminución del colesterol, pedida de peso, mejora la fuerza, la flexibilidad, resistencia, etc. Pero cuando bailamos, obtenemos los beneficios de la actividad física aeróbica, y también nos beneficiamos a nivel psicológico y emocional.
¿Cuales son los beneficios de bailar?
1. Bailar nos ayuda a conectar con uno mismo
Bailando se despiertan emociones y fantasías a través del movimiento, lo que facilita la expresión de sensaciones, emociones, sentimientos y estados de ánimo de forma natural y desinhibida. De esta manera podemos conectar con nosotros mismos y con las emociones que reprimimos, como la rabia y la ira, o la ansiedad y la angustia, que bailando pueden canalizarse de forma saludable, lo que ayuda al control emocional en el día a día.
Además, el baile es una forma de expresión creativa lo que ayuda a conectar con uno mismo, potenciando y fomentando la espontaneidad y la creatividad que llevamos dentro.
2. Nos ayuda a conectar con los demás
Bailar es una actividad social, lo que hace que proporcione muchas oportunidades de relacionarnos con otras personas. Asistir a clases de baile puede mejorar las relaciones interpersonales, ya que es un punto de encuentro para hacer amigos y mejorar el desarrollo de habilidades sociales.
Otro ejemplo de bailar como agente socializador lo podemos observar cuando los jóvenes llegan a la adolescencia (y se inicia el proceso de socialización secundaria), momento vital en el que es muy común que chicos y chicas comiencen a ir a discotecas. En este tipo de locales el efecto del baile actúa como desinhibidor y potenciador social, y nuevamente bailar y conocer gente nueva van de la mano.
3. Mejora el estado de ánimo
Bailar supone una distracción placentera y relajante que hace disfrutar a prácticamente todo el mundo, por eso lo más probable es que si observamos a una persona bailando seguramente encontremos una sonrisa en su cara. Al suponer una distracción, ayuda a la mente a descentrarse de los problemas y preocupaciones que la inundan durante el día, facilitando que dejemos de pensar en clave negativa, y reduciendo así los estados de tensión y estrés, obteniendo sensaciones de bienestar.
También ayuda a canalizar la adrenalina e inducir la alegría, aumentando la vitalidad, la motivación y la ilusión por la vida, lo que convierte a las personas en más positivas.
4. Mejora la autoestima y la seguridad en uno mismo
Como comentábamos en el segundo punto de esta lista, bailar ayuda a establecer relaciones con otras personas, y está demostrado que mantener buenos lazos afectivos y la socializarse con personas contribuyen a aumentar la autoestima y las actitudes positivas hacia uno mismo y los demás. Asistir a clases de baile es un excelente método para vencer la timidez al ayudar a las personas a vencer su miedo “al ridículo” ya que por ejemplo una caída mientras bailas, es un fallo típico que todos los bailarines han tenido alguna vez y no es visto por ellos como un motivo por el que avergonzarse.
Otra de las formas en las que también ayuda a mejorar la seguridad en uno mismo, es que cada vez que se consigue el dominio de un nuevo paso de baile, la persona experimenta un aumento de la confianza al considerar este hecho como un logro, y cada logro que consigue refuerza positivamente el autoconcepto, trasladando la confianza en uno mismo a otros aspectos de la vida.
5. El baile aumenta la inteligencia y previene el envejecimiento cerebral
El baile, la danza, como la mayoría de bailes estructurados, requiere memorizar los pasos, para ello la persona ha de concentrarse y mantener su atención de forma sostenida, todo esto en conjunto, proporciona desafíos mentales que son clave para el mantenimiento de la agilidad mental y la salud cerebral.
Una de las finalidades de la inteligencia humana es la toma de decisiones, mientras se baila se han de tomar decisiones rápidas continuamente y en muchas ocasiones no sirve recurrir a un patrón de acción fijo preestablecido, como sucede cuando realizamos otras actividades físicas como correr, montar en bici o nadar. De esta manera, al estar bailando el cerebro ha de “reinventarse” continuamente y hacer uso de la plasticidad cerebral, lo que provoca que las neuronas estén muy activas. Cuando aprendemos a bailar y vamos enlazando nuevos pasos, aumenta la sinapsis neuronal.
6. ¡Te diviertes!
Además de todos los beneficios físicos y mentales ¡lo mejor del baile es que te diviertes! Es prácticamente imposible bailar sin sonreír. La música consigue que expreses tus sentimientos y te pone en un estado de alegría verdadera y duradera.
Resumiendo: no te olvides de bailar.
Tras esta exposición de los efectos beneficiosos de bailar, se ha de admitir que el baile tiene efectos terapéuticos sobre la mayoría de las personas, y para finalizar la nota, les dejo una frase que lo resume muy bien:
“La danza es medicina a través del ritmo, espacio, energía, forma y tiempo, que reviste al cuerpo de substancias que curan las dolencias físicas y psicológicas.”