En este tiempo, en el que parece haberse perdido todo respeto, tergiversado la escala de valores y en el que las normas de buena educación parecen pasadas de moda, la ciencia del Ayurveda y el Yoga destacan la importancia que para nuestra salud tienen algunos hábitos sencillos.
Nuestra salud depende en gran medida de nuestro estilo de vida y de nuestra actitud mental en las actividades que realicemos. Además, es sabido que no podemos controlar el clima, nuestra constitución, ni nuestro entorno; pero sí podemos elegir la manera en que deseamos vivir.
El Ayurveda nació de la observación de la Naturaleza y de considerar al ser humano en unidad con el Universo. Por esto, sostiene que la mejor manera de conservar la salud es vivir en armonía con la Naturaleza, con sus ciclos, ritmos, fuerzas y leyes naturales.
Así, en concordancia con los ciclos del día y la noche, las horas del día, las estaciones del año, el Ayurveda sugiere seguir determinadas rutinas, y hacerlas hábito; pero que no dejan de ser “buenas costumbres” que, seguramente, nuestras abuelas y nuestros padres nos habrán enseñado.
Rutinas diarias
Algunas sencillas rutinas diarias resultan esenciales para la salud. Otorgan equilibrio, regulan nuestro reloj biológico y, en consecuencia, favorecen la digestión, la asimilación, la evacuación, el descanso, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.
El Ayurveda entiende que existen fases del día en las que predomina determinada dosha. Asimismo, cada hora del día está relacionada con un órgano en particular, en la que éste alcanza su funcionamiento óptimo. Por esto, decimos que tenemos un “reloj doshico” y un “reloj biológico”. La armonización de estos “relojes” con la hora cronológica es la razón de ser de las rutinas diarias, de las cuales citamos a continuación sólo algunas.
1. Levantarse temprano
Si bien hay un horario recomendable para cada constitución, en general lo ideal es levantarse antes de la salida del sol, con preferencia antes de las seis de la mañana. En este horario, las cualidades de la Naturaleza están frescas y activas, lo que activará nuestra conciencia.
2. Limpieza de los dientes
Las toxinas de la boca son absorbidas por el torrente sanguíneo y por el aparato digestivo. La limpieza diaria de los dientes y encías con hierbas u otros agentes antimicrobianos puede prevenir un gran número de enfermedades.
3. Limpieza de la lengua
Una lengua sucia promueve el desarrollo de bacterias que pueden provocar infecciones posteriores en dientes y encías y mal aliento. Debe limpiarse la lengua diariamente junto con los dientes.
4. Beber un vaso de agua
Un vaso de agua natural al levantarse ayuda a limpiar el tracto gastrointestinal y los riñones, estimulando una buena evacuación. Por el contrario, beber café o té negro predisponen al estreñimiento.
5. Evacuación
Este horario indicado como ideal para levantarse es también el horario ideal para la evacuación. Por ello, éste es un buen hábito a seguir luego de beber el vaso de agua.
6. Ejercicio físico
Las primeras horas de la mañana son el momento adecuado para la actividad física. Esta no debe ser intensa, ni agotar las energías. Dependerá de la constitución, de la edad y de la condición física. Esto aumenta la vitalidad, la inmunidad, favorece la circulación sanguínea y la eliminación de toxinas. El Yoga, Pranayama y Meditación se encuentran entre las actividades más recomendables.
7. Comida
Es uno de los pilares de la Medicina Ayurveda y al respecto puede escribirse libros enteros. Pero en cuanto rutina, debemos tener en cuenta que no es bueno para la salud saltear comidas. Debe hacerse las cuatro comidas diarias, dedicarles el tiempo necesario para comer tranquilos, elaborarse la comida con paciencia y amor y reservar el tiempo para una buena digestión. Durante la comida no se debe discutir ni ver televisión.
8. Antes de acostarse
Después de cenar -lo que debe hacerse lo más temprano posible- resulta saludable tomarse un té de hierbas, mientras se mira televisión o se lee un buen libro (pero no en la cama). Preferiblemente, elegir un texto espiritual.
Ya antes de acostarse, y habiendo transcurrido más de una hora desde la cena, un vaso de leche caliente ayudará a inducir un sueño más profundo y reparador.
A lo largo del año también existen ciclos naturales a los que debemos prestar atención, pues influyen directamente sobre nuestra constitución. Todo esto merece un desarrollo aparte. Pero sí podemos decir que es menester escuchar nuestro cuerpo y escuchar a la Naturaleza, para ponerlos en sintonía. Porque somos parte de la Naturaleza.
Estar en armonía con la Naturaleza implica también conocer y respetar la propia naturaleza, cuestión ésta que el Ayurveda conoce como la constitución individual o biotipo. Así, la cantidad de alimento, la intensidad de la actividad física, las necesidades de descanso, son particulares de cada individuo; y en este sentido, es preciso conocerlos para responder a nuestras necesidades en la medida justa.
Ser conscientes de lo antedicho basta para que ciertos hábitos surjan espontáneamente. Sólo reconocer que somos parte de la Naturaleza nos llevará a no dañar a otros seres vivos, a respetar a nuestros semejantes y a evitar la violencia de cualquier índole.
Y como la Naturaleza no está enferma, sino que goza de excelente salud y belleza, estar en armonía con ella es el mejor camino para una vida plena, sana y feliz.